Que extraña melodía trae la crisis sobre la personas, alguna son presas fáciles del desosiego y están contentos con ser devorados, otros simplemente lloran por que se siente absortos frente a esta marejada y sienten que sus vidas están flotando como hojas engullidos por el viento, mas para algunos esta crisis es un pedazo de lona que los cobija de cada jornada agotadora, mostrándoles la cruel realidad del desequilibrio entre la sociedad y su individuo. Hay pues infinidad de historias que nos deja esta crisis económica que atraviesa Estados Unidos como una sombra letal cambiando vidas y deseos con su llamarada infernal que quema puestos de trabajo con una rapidez inusitada.
Ella no era bonita, mas tenía la gracia del viento y su juventud que era lo que ella más valoraba para vencer diariamente en sus pequeñas luchas contra la vida, pero a veces la juventud crea su pequeño mundo en donde ella se sentía como un roedor enjaulado presto para el experimento. En estos tiempos de crisis no hacia sino sentirse vencida, cada tarde de su vida era una queja un pequeño lamento su día se encogía y una nube negra se disolvía en el vaso de su vida. Los rumores las perturban y sentía una intranquilidad insatisfecha, Stphane trabajaba, apasionadamente y con un conocimiento casi perfecto de lo que hacia, ella se había graduado con honores en la universidad de Stanford en el área de computación y su aspiración por la vida se veía colmada por la posición que ocupaba en una prestigiosa empresa en el Silicon Valley a sus 29 años el dinero que ganaba con el esfuerzo de su conocimiento le permitía llevar una vida cómoda , propietaria de una hermosa casa, viajes al extranjero y carros de ultimo modelo llenaban su vida de una felicidad hogareña, que una sociedad rica y altamente tecnificada suele dar a todos aquellos que se incorporan a su maquinaria, cuan lejos de la pobreza y de la necesidad, Stphane era conciente de esta realidad y pensaba que ella solo recogía los frutos de su esfuerzo. Pero últimamente las noticias no eran buenas toda la sociedad le parecía un navío sin rumbo, que remotamente estaba de imaginarse que una ola enorme la arrastraría llenándola de interminable frustraciones. Como en todo cuento llego un día, aquel en que la empresa para la que trabajaba sentía las consecuencia de la crisis que obligaba a sus directivos a despedir gente así en el mes de noviembre del 2008 se veía ocupando un puesto mas en el ejecito de desocupados que para esa época llegaban a mas de 6 millones de desempleados.
Ella una mujer que vivía de lo bien que ganaba y creía siempre que ese ingreso era seguro, se vio de pronto viviendo de cheques del desempleo, que gracias a un programa de ayuda se introdujo en la sociedad Americana en los 40s, después de la gran depresión que ocurrió en 1929 cuando millones de trabajadores se quedaron sin empleo y sin dinero para comer. Sus manos estaban cansadas de tanto enviar curriculums ya sea por Internet, personalmente o por correo, ella envolvía con sus miradas cada hoja en las que ponía sus esperanzas y deseos, mientras tanto sus deudas y recibos de pagos crecían obligándola a tomar drásticas decisiones para reducir sus gastos, tal vez el echo de vivir en una sociedad rica donde todas la necesidades primarias son satisfechas con el mínimo esfuerzo, no la prepararon a sobrevivir en medio de grandes penurias y el miedo de verse viviendo en la calle era como un rayo tenebroso que recorría todo su ser, ahora dormía ebria de temores que enorme veía el mundo frente a su vida abatida. Sin embargo ella no podía tomar cualquier trabajo al menos por ahora ya que los ingresos que recogía de los cheques del desempleo eran mucho mayores que cualquier dinero que podía recibir por hacer trabajos donde no requerían educación, por ello ella esperaba que esta pesadilla que la atormentaba se disolviera pronto, por que nos se acostumbraba a vivir con esta sombra fatal del desempleo que se estaba mostrando con dureza para muchas personas.
La pesadilla con la que estaba coexistiendo la sentía como una represalia de la sociedad en la que ella estaba viviendo y su total indiferencia a todo lo que sucedía a su entorno, se hallaba así de ensimismada navegando dentro de la oscuridad de sus temores cuando diviso el rostro refrescante de su madre, quien daba voces de dulzura para alcanzarla.
- Hola Stphane, no quiero preguntarte como estas por que tu rostro es un mapa perfecto de tu situación.
- Ya no puedo esperar mas, conforme pasa el tiempo se me hace mas difícil volver a trabajar y esto hace mas arduo mi existencia, pronto dejara de recibir los beneficios del desempleó, y en mi desesperación no tengo salidas claras para esta oscuridad.
La madre de Stphane escuchaba en silencio envolviéndola con su mirada la veía despedazándose, sabia que su hija había perdido la casa que solo estaba esperando que el Banco la desalojara, que los carros que tenía habían sido vendidos esa dolorosa situación la enfermaba de vida.
- Pero, hija mía tu no estas sola aunque la rabia de sabernos
desamparados nos angustie, debemos unirnos estamos frente un
problema único si algo nos separa sufriremos un aletazo terrible.
- Oh, madre vivíamos en una sociedad con una economía saludable, que la perdida de trabajo no era un problema, pero ahora esto se extiende como una enfermedad y no sabes como lo siento que esto te este afectando a ti también.
- Es parte de este circulo vicioso, pero mas lo siento por ti por que tu eras una mujer altamente educada y perder tu trabajo significo para ti la perdida de tu buen salario del poder que ello te daba, así como tu estándar de vida y esto es un duro revés para tu Sueño Americano.
Hoy amanece y es domingo por la mañana en Riverside, las calles están vacías y Stphane que ahora esta viviendo con sus padres siente también vacía su vida, y como le pesaba todo este vanas preocupaciones de su mundo que colapsaba.
